ITUZAINGÓ Y LA SEGUNDA
FUNDACION
Proyecto GENESIS 2000
1872 y 1994
Provincia de Buenos Aires. Instituto Cultural.
Dirección Provincial de Patrimonio Cultural.
Archivo Histórico “Dr. Ricardo Levene”
Publicaciones del Archivo Histórico de la Provincia de Buenos Aires
Contribución a la Historia de los Pueblos de la Provincia de Buenos Aires
ITUZAINGÓ Y LA SEGUNDA FUNDACION
Proyecto “GENESIS 2000”
1872 y 1994
Jorge Piccoli (h)
°
Archivo Histórico de la Provincia de Buenos Aires “Dr. Ricardo Levene”
Pasaje Dardo Rocha, calle 49 N° 588 2° piso – La Plata (1900) Tel/fax. 0221-4824925
Correo
electrónico: dir_archivo_historico@ed.gba.gov.ar
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Enero de
2004
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A
mis padres Elisa y Jorge, forjadores de mi vida.
A
Eli y Federico, mi familia soñada y amada.
A
mis sobrinos Nehuen, Suyai y Aucán, por quienes trabajo para un futuro mejor.
A
mis amigos, que siempre estuvieron a mi lado en los momentos más difíciles.
A
las Cristinas (madre e hija) y a Miguel, porque confiaron en mí en un momento
importante de mi vida... y a Alma que recién llega!, por quien también
trabajaremos para dejarle, como a todos los pequeños, un mundo mejor.
A
la JuLaD y a los amigos del Parlamento Latinoamericano, por abrirme las puertas
y dejarme ser parte del trabajo por Latinoamérica.
A
la memoria de Blanca G. de Baravalle y Omar Lima Quintana, quienes velaron por
mi educación.
A
la memoria de Eduardo Espíndola, Enrique Bataller y Luis Parola, que aunque hoy
ya no estén, los llevo en el corazón porque pudimos vivir juntos el momento
soñado.
A
Ituzaingó, mi lugar!
A
Oscar y Carlos Raúl Alvarez, por convocarme para este trascendente hecho
histórico.
Al
Archivo Histórico y su Director Claudio Panella, por ofrecerme esta
oportunidad.
A
los que integraron la Asociación Pro Autonomía de Ituzaingó, por confiar en
mí desde el primer momento y ayudarme en este trabajo, Horacio Di Napoli, Rosa
Delissage, Antonio Alfonso y a Nelida de Espíndola.
Al
Museo Clarisse Cloumbié de Goyaud, por el auspicio y el apoyo de siempre.
A mi madre y a Marianela y Rodrigo Torre por colaborar en esta publicación
EL AUTOR
Jorge Piccoli (h) a los 33 años es un destacado investigador que ha demostrado sus cualidades en el manejo de las relaciones institucionales y públicas. En mayo de 1993 fue contratado por el Consejo Federal de Inversiones para el proyecto "GÉNESIS 2000", como asesor de la provincia de Buenos Aires para la coordinación y seguimiento en el análisis integral del conurbano bonaerense.
Cumplió funciones en el Congreso de la Nación entre 1993 y 1999. En el año 2000 se desempeñó en el Instituto de Investigaciones Históricas "EVA PERÓN". En 2001 fue uno de los organizadores del "Octavo Congreso de Historia de los Pueblos" para el Archivo Histórico de la Provincia de Buenos Aires. En el mismo año trabajó para la presidencia del Instituto de Previsión Social bonaerense. En 2002 ejerció la Secretaría Privada de la Subsecretaría de Cultura de la Provincia de Buenos Aires, a cargo de la Arq. Cristina Alvarez Rodríguez y luego fue convocado por el Subsecretario Miguel Cuberos para ejercer la Dirección de Planificación y Análisis de Estudios y Proyectos en Relaciones con la Comunidad, del Ministerio de Seguridad provincial. En 2004 es funcionario del Ministerio de Desarrollo Humano y Trabajo.
En el marco del Parlatino (Parlamento Latinoamericano) participó como observador en las reuniones de la Comisión de Niñez y Juventud que se llevaron a cabo en Uruguay, Brasil, México, Perú, Ecuador, Chile y Cuba, como presidente que es de la JuLaD (Juventud Latinoamericana por la Democracia). En 1997 y en ocasión de una reunión del Parlatino en Cuba, tuvo un encuentro con el presidente Fidel Castro e impulsó la idea de establecer una filial de la JuLaD en la isla.
Inició sus estudios de abogacía y licenciatura en seguridad en la Universidad de Morón. En 1998 viajó a Estados Unidos donde asistió a una intensa capacitación sobre Federalismo Americano y Gestión de Gobierno, Relaciones Internacionales y Seguridad, desarrollados en las Naciones Unidas y la Alcaldía de Nueva York, en la Casa Blanca y el Congreso Nacional (Washington D.C.), en la gobernación del Estado de Delaware y la legislatura de Philadelphia; organizado por la Fundación Meridian International Center.
Ha publicado notas, artículos y entrevistas como: "Formar Jóvenes con valores: ¿El desafío de fin de siglo?" - (para la Revista Alerta Rojo sobre prevención de adicciones, 1997), "América Latina: Juventud e integración frente a un destino en común" (ponencia para el II Foro intermunicipal Buenos aires sin fronteras - UBA 1999), y "Mensaje a los jóvenes de 2000" (Memorias de la Comisión de Niñez y Juventud del Parlatino - Perú 1999).
INTRODUCCIÓN
Poder plasmar en estas páginas todas las
instancias que llevaron al nacimiento de Ituzaingó como municipio, quizá pase a
tener un alto significado toda vez que es importante saber cómo se suscitaron
los acontecimientos que permitieron hacer realidad un sueño largamente
postergado.
Modestamente, este es un sencillo aporte
al trabajo que han venido desarrollando los historiadores e investigadores
locales, y que busca contribuir en la solidificación de los cimientos de
nuestra cultura local. Ello nos
permitirá establecer bases firmes sobre las cuales se puedan asentar los pilares
de un futuro con identidad. También para valorar el esfuerzos de los pioneros
en el deseo de brindarle a las nuevas generaciones elementos válidos para
proyectarse en el tiempo.
En estas páginas podrán leerse secuencias
de hechos que se fueron suscitando y que con una cronología ordenada pretenden
mostrar los distintos eslabones que marcan la evolución de un pueblo, una
ciudad y el comienzo de un municipio.
Podrán apreciarse dos aspectos claros
desde donde se desarrollaron los acontecimientos. Uno desde la visión del
vecino autonomista, que fue registrando todos los detalles posibles del proceso
y el otro más técnico, planteado desde los equipos del proyecto “GENESIS 2000”.
En alguna medida puede parecer reiterativo que en la síntesis pretendida entre
ambas visiones, vuelvan a aparecer situaciones comentadas con anterioridad,
pero ello obedece a fijar en la línea del tiempo el orden en el que se produjeron.
En el capítulo primero, se comienza con
la enunciación de las razones que permitieron las circunstancias, para impulsar
con éxito la división de los partidos del conurbano bonaerense.
Los nombres de las personas que aparecen
están mencionados sin ningún tipo de connotación política ni con juicio de
valor alguno sobre ellas. He pretendido darle el lugar que le corresponde a
cada uno, desde el rol que le tocara al momento de los sucesos.
He querido resaltar el trabajo de los
vecinos organizados por la autonomía y relatar cada paso dado en dirección al
objetivo final, que en la línea del tiempo llevó a una espera de 47 años.
El segundo capítulo está dedicado a los
fundadores del nuevo municipio, que a diferencia de la fundación del pueblo en
1872, en este caso no hay un solo fundador sino un conjunto de voluntades que
confluyeron e insistieron hasta que la coyuntura histórica permitió lograr la
pretendida independencia. Para contar con tan detallada información, pude
lograr la reconstrucción gracias a las notas publicadas por los 116
boletínes mensuales “A.P.A.I. INFORMA al
vecindario”, que distribuía la Asociación Pro Autonomía de Ituzaingó desde 1984
y que oportunamente me proporcionó la familia Espíndola, de gran afecto para
mí. Además de haberme entrevistado con los protagonistas de dicha asociación y
recibiendo el apoyo incondicional para llevar adelante este trabajo.
En el capitulo tercero, se toma a “GENESIS
2000” como la herramienta utilizada para la instrumentación de la autonomía,
explicando el cómo se llevó a cabo la división del partido de Morón y cuales
fueron los pasos que abrieron la posibilidad. Incluso con un análisis
pormenorizado en cuestiones de límites ante el trazado del mapa final del
distrito.
Para este capítulo, haber presenciado
aquellas instancias me permitió seguir de cerca todo el proceso y más allá de
la ley provincial que posibilitó que el municipio de Ituzaingó sea una
realidad, considero que no se había escrito hasta hoy, cuáles fueron los pasos
dados para tal fin.
A 122 años de la primera fundación
reaparece la posibilidad de ordenar el crecimiento de un pueblo que no ha cesado en la búsqueda de lo mejor para sus pobladores. Institucionalmente, ya no
será el intendente de Morón quien designe un delegado municipal, son los
propios vecinos quienes a partir de esta transformación comienzan por elegir a
su intendente para lo que fue importante hacer un racconto
histórico-institucional sobre aquel momento.
Si bien las consideraciones técnicas
descansan en los archivos del Consejo Federal de Inversiones, en este libro no
transcribo dichos detalles, aunque sí relato y amplío un bosquejo de las
investigaciones relevadas, debido a que presencié reuniones de gabinete
provincial, del comité de seguimiento y de los equipos del CFI, en donde pude
adquirir bastos conocimientos, apuntes, testimonios, archivos de prensa,
documentos y explicaciones que creí importantes a los fines del presente texto.
El cuarto capítulo está dedicado a las
fundaciones en razón de hacer una síntesis cronológica de los hechos que
primero llevaron a ser pueblo a “Santa Rosa”, efectuada por historiadores
locales que trabajaron intensamente para reconstruir aquellos momentos. Luego
detallo los pasos que llevaron a concretar lo que considero la segunda
fundación en 1994, como corolario al impulso que le dieron los distintos grupos
de vecinos pro autonomía y que llevaron a la creación del municipio. Aquí conté
con la supervisión y colaboración inestimable de Rolando Goyaud, quien dirige
el Museo Clarisse Coulumbié de Goyaud, donde se atesora gran parte de la
memoria ituzainguense.
Los primeros pasos, las primeras
autoridades y el establecimiento inicial, son parte del despertar institucional
que abre las puertas hacia un futuro promisorio y modelado por quienes soñaron
a Ituzaingó partido.
Queda claro que la tarea está inconclusa,
en razón de la expectativa de algunos vecinos que quieren pertenecer a
Ituzaingó y que quedaron fuera del municipio por arbitrarias instancias al
momento de la definición del territorio. Esos vecinos, aún guardan la esperanza
de recuperar la pertenencia perdida.
Finalmente, es importante preservar
nuestro pasado y alimentarlo permanentemente con nuevos testimonios y
documentos que sin duda servirán a los que vendrán. Recorrer con la lectura las
vivencias que se fueron acopiando con el tiempo, ayudará a saber quiénes fueron
los prohombres de la tierra que nos vio crecer, quiénes somos y hacia dónde
vamos.
Quienes cultivan la historia, pueden
estar seguros de que “GENESIS 2000” será un proyecto del que seguirán hablando
las futuras generaciones.